En 1924, al crearse la moneda
quetzal, se vinculó al oro equivalente a un (1) gramo 504665 millonésimas de
oro puro. Y también el quetzal equivalía a un dólar.
POR JOSÉ MOLINA CALDERÓN
Estados Unidos de América abandonó el patrón oro en
1933, devaluó el dolar en 69% en relación con el oro, y fijó su nueva paridad
en 0.888670 millonésimas de gramo de fino.
Guatemala también prohibió el comercio de oro ese
mismo año, y no cambió su paridad con el oro. Lo hizo hasta 1945 a la misma
paridad mencionada del dólar, al declararlo al Fondo Monetario Internacional
cuando este fue fundado ese año.
Lo anterior significó que EE. UU. devaluó
oficialmente el dólar en 1933, y el quetzal siguió a la par del dólar, por lo
que ocurrió una devaluación del quetzal, pero en forma imperceptible. Lo
denominó una devaluación “invisible”.
La onza troy
La medida de peso por referencia al oro es la onza
troy, que es la doceava parte de una libra troy, esta última en desuso. La
cotización de la onza troy siempre viene reflejada en US dólares. Y se refiere
a oro de 24 quilates, u oro fino, u oro puro, que es lo mismo. Su abreviatura
es Oz. Tr. (oz. tr.).
La onza troy se usa únicamente en joyería,
orfebrería y numismática para pesar metales preciosos. Se utiliza como unidad
de cuenta y de valor del oro metálico. Y es la unidad a la que me referiré
seguidamente.
Sorprendentes compras de oro
En 1924 se empieza tímidamente a guardar el oro por
la autoridad monetaria de la época. En 1926, al fundarse el Banco Central de
Guatemala (BCG), se convierte en el custodio del oro. Las cifras del oro se
encuentran en las Memorias Semestrales del banco central. Si no se indica mes,
corresponden los datos al 31 de diciembre de cada año.
Al 30 de junio de 1927 el oro en el BCG ascendía a
66 mil 903 onzas. En 1933 —año en que se prohíbe el comercio de oro— era de 94
mil 237 onzas; en 1934, de 121 mil 576 onzas; en 1939, de 232 mil 295 onzas; en
1941, de 327 mil 592 onzas; en 1942, de 558 mil 951; y en 1943, de 704 mil 579
onzas.
Compras de última hora
En la Memoria de la Junta Directiva del BCG del
primer semestre de 1944, aprobada en Junta General de Accionistas, integrada
por representantes del Estado y particulares, se indica: “El Banco compró
depositándolas en el Federal Reserve Bank of New York, 701 barras de oro fino
que pesan 290 mil 63 onzas 992 milésimas de onza, cuyo importe, a 35.00 dolares
la onza, es de Q 10,152.239.70”.
“Con estas adquisiciones, las tenencias del Banco
consistentes en barras de oro eran al concluir el último semestre, de 2 mil 724
barras con peso de 869 mil 606 onzas 642 milésimos”.
A las barras de oro hay que sumarles 125 mil 62.47
onzas, el oro acuñado consistente en las monedas que el BCG custodiaba en sus
bóvedas de seguridad. Curiosamente, un cifra muy cercana para las monedas de
oro acuñadas se conservó en el Banco de Guatemala, el sucesor del BCG, hasta
nuestros días, no así el oro en barra.
El 30 de junio de 1944 —día anterior a la renuncia
del presidente Jorge Ubico—, el BCG reportaba 994 mil 669 onzas. Casi un millón
de onzas, una cifra notable para Guatemala. Un millón de cualquier unidad de
cuenta es importante.
Conforme el Estado Financiero auditado del BCG al
30 de junio 1944, en “disponibilidades” el oro constituía el 92% de
Q35.936,486.05. Era un alto porcentaje de las reservas monetarias
internacionales. Adicionalmente en Valores Mobiliarios se disponía de un Bono de
Guerra de los Estados Unidos de América que vivía el final de la Segunda Guerra
Mundial.
En esa época un quetzal equivalía a un dólar
estadounidense; incluso valía un centavo más.
Fuente: www.prensalibre.com/economia/