ECLIPSE MENTAL
Fernando Vallés
El día 3 de
octubre de 2005, se produjo un eclipse anular de sol observable desde toda
España, aunque en la provincia de Huesca se viera más bien ungular (o sea,
quedo el sol en forma de uña). Lo que sigue son unas reflexiones sobre lo que
pasó en las escuelas ese día. La primera noticia de lo que iba a pasar la tuve
ese día mientras desayunaba, cuando la locutora de un telediario de una cadena
nacional me informó de que ese día los niños (sic) se iban a quedar sin recreo.
Para mi pasmo,
ella sabía lo que iba a pasar en mi colegio varias horas después. A mí ni
se me había
ocurrido, ni se me pensaba ocurrir.
Por supuesto,
mis criaturas salieron al recreo (hablo de educación infantil), pero en mi
colegio, efectivamente, hubo cursos que no salieron. Al parecer, era
peligrosísimo ese día mirar al sol, y cundió la preocupación entre el ya de por
sí preocupado profesorado sobre la estúpida y pertinaz costumbre que tienen los
niños y las niñas de mirar directa y fijamente al sol cada vez que se
encuentran al aire libre.
En todos los centros
educativos de los que recabé información se dieron circunstancias parecidas… la situación más normal fue que los cursos
inferiores (en edad) no disfrutaron ese día del recreo al aire libre, pero hubo
casos en los que no salió nadie y hubo casos en los que unos sí, y otros no, dependiendo
de la temerosidad del profesorado.
Pero por favor,
si mirar al sol duele, ninguna persona en su sano juicio acostumbra a hacerlo
por la cuenta que le trae. Vamos, que en mi trayectoria profesional jamás he
tenido que corregir semejante conducta en mi alumnado. Y, eso sí, el día siguiente,
con un sol esplendoroso, sin nada que se interpusiera entre sus poderosos rayos
y sus desvalidos ojos, todo el mundo salió al recreo. Hasta, creo, paseó por la
calle.
Recuerdo con
añoranza otros tiempos en los que una circunstancia tan especial, una situación
tan anormal, se habría vivido como una ocasión y se habría intentado aprovechar
pedagógicamente al máximo.
Me vienen a la
memoria los docentes de la I.L.E., los docentes de la república, la escuela
nueva…Sé que hubo personas que aprovecharon el eclipse, sé, porque lo vi en el
instituto de al lado de mi colegio que ese día en determinadas asignaturas fue
especial, y se salió al exterior a experimentar.
Por mi parte,
todas las criaturas de infantil vieron el eclipse en mi colegio (con esas gafas
especiales que pusieron a la venta espabiladas casas comerciales) y convertimos
ello en el centro de interés del trabajo de ese día y alguno más. Me acordé de
mis eclipses infantiles, con cristales ahumados artesanalmente…¡qué ignorancia,
qué atrevimiento!.
Aparte del
beneficio económico que supuso para las empresas ópticas, estos sucesos me
sugieren otras reflexiones… Por ejemplo, las quejas sobre la sobreprotección de
las criaturas que abundan entre el profesorado. Claro, las familias las tienen
entre algodones y así nos llegan a las aulas, superconsentidas e indomables.
Así que, a la
menor oportunidad, hagamos nosotras lo mismo. Trasmitámosles que el
mundo es algo
peligroso, temible, al que hay que asomarse con todas las precauciones y
siempre dependiendo de alguien.
Las personas
mayores sabemos lo que les conviene y deben hacernos caso… En fin, no sigo por aquí
porque desvarío.
También me hace pensar
el que yo me enterara con antelación del problema, y gracias a un
telediario.
Cuando las cosas se dicen por la tele, VAN A MISA.
¿Qué interés podía
tener el poder en que los niños y niñas no salieran al recreo ese día?
¿Curarse en
salud y evitarse posibles denuncias (estilo Estados Unidos) por posibles lesiones
oculares en la población (advertida estaba…)? Se me ocurre que al poder le interesa
tener a la gente amedrentada, asustada,… porque el miedo alimenta la sumisión,
sea a los marcianos, a la guerra fría, al terrorismo internacional,… o al
eclipse.
Relaciono las
vacas locas y sus consecuencias en el mercado de la ternera (¿a que conoces a
alguien que dejó de comer una temporada?) o con las noticias que se van destilando
sobre la gripe aviar y sus consecuencias en el mercado del pollo. En fin, tampoco
sigo por aquí porque igual también desvarío. O no.
Di que en mi
cole el sentido del humor tiene su espacio y su cultivo, y ante
estas
reflexiones o parecidas, la jefa de estudios nos obsequió con lo que sigue a continuación
al día siguiente del eclipse.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN CASO DE
ECLIPSE SOLAR
1.- Los profesores
tutores y especialistas avisarán con al menos una semana de antelación al equipo directivo sobre la ocurrencia de este
fenómeno, detallando fecha y hora con la mayor exactitud.
2.- Es
fundamental que cada profesor disponga de su propio “set” de gafas homologadas para observar el eclipse sin perjuicio para su
vista. En ningún caso se pueden pedir responsabilidades
a la dirección de este centro por la carencia de dicho instrumental.
3. Los tutores
formarán grupos de alumnos, perfectamente organizados y sincronizados, para
observar, dicho fenómeno siempre que ello ocurra en horario escolar y,
estrictamente, en periodo de recreo. En ningún caso se visualizará el eclipse
en perjuicio de las demás actividades escolares.
4. Los alumnos
dependerán de la generosidad de sus maestros para observar el eclipse. en
ningún caso un alumno podrá levantar la vista del suelo sin la adecuada
protección ni sin el permiso de su profesor tutor.
5. Dado que es
un fenómeno que no ocurre muy a menudo, es importante que los alumnos realicen
cuantos más registros posibles de este hecho: dibujos, diagramas y grabaciones
de sonido. Las fotografías serán sólo tomadas por los profesores. Estos
trabajos serán cuidadosamente catalogados y archivados por los tutores para su
posterior examen en años sucesivos.
6. Bajo Ningún
concepto se planteará al equipo directivo ninguna otra cuestión relativa al
eclipse, dado que todo queda suficientemente explicado en este documento.
7. El presente
documento se refiere únicamente a los eclipses solares.
8. El presente
documento tendrá validez solamente para 100 años, después de los cuales será
necesario crear un equipo de trabajo que elabore un nuevo y más actualizado
protocolo.
En caso de no
cumplirse estos requisitos el equipo directivo declina cualquier
responsabilidad y sin más melonadas adicionales se despide: La Dirección.